1977

Año importante en política, se ha dicho, en Semana Santa, sábado de gloria, 9 de abril, se legalizó el Partido Comunista, en junio se celebraron las primeras elecciones democráticas y en octubre se firman “Los pactos de La Moncloa”.

España va bien y Umbral no para, en 1976 habían sido siete libros, este año serán seis, la sorpresa fue el último, mes de diciembre, La noche que llegué al Café Gijón, aquí el escritor da un golpe en la mesa, se hace notar, nos cuenta cómo llegó, quien es y quienes son los otros de la tribu.

Ediciones Sedmay S.A. Madrid, enero 1977. Rústica. Tapa blanda de editorial 216 páginas. 21 × 15 cm. Ilustrado con fotografías.

Cita. Marilyn Monroe: Caballero, hay un hombre que me persigue.

Groucho Marx: ¿Solo uno?

Recopilación.

 

Cuarto libro sucesivo en Sedmay entonces editorial de referencia para Umbral. La portada —seguimos en el destape— es un collage de culos, tetas y famosas. Artículos, un total de 185, procedentes de la revista Hermano Lobo (1972 – 1976) y de la sección «Las Jais» aparecida en 1975, que contenía substítulos como, «Guía práctica de la progre»; «Guía de la lectora»; «Agenda femenina de la semana»; «Hágaselo usted misma»; «Notas a la espalda de mi señora»; «Mujeres en porciones» y otras.

En Diccionario cheli de 1983 Umbral define a «La Jai» de esta manera, «Mujer joven. Viene del quinqui já que a su vez viene del caló […] Jai no humilla o desprecia a la mujer, como creería una feminista […] Jai repristina a la mujer amada. Llamarla con una palabra virgen es virginizarla. Se ha hablado de la repristinación de las cosas mediante la repristinación de las palabras. Con jai tenemos el caso poético inverso. La palabra, espuria en todos los sentidos, queda ya repristinada/legitimada para siempre por la cosa que nombra y que se ha hecho soluble en ella: la mujer».

El libro tiene cinco capítulos sin mayor correspondencia, «Las Jais»; «Los encuentros»; «Las relaciones peligrosas»; «El libro rosa del amor» y «El mujerío». «Los encuentros» son entrevistas, aparecen: Aurora Bautista, Analía Gadé, Nati Mistral y Ana Torrent, la niña de «Cría cuervos».

Comentarios, anatomía femenina (la boca, el ombligo, las axilas, los ojos, las piernas, el glúteo, los senos, el corazón, los muslos, la tripa), además de recomendaciones cínicas a las mujeres y retratos irónicos de ellas, hoy sería un libro machista; incluye las actrices extranjeras de siempre de los años 50/60. El libro, prescindible, comienza con este artículo.

 

El orgasmo

El orgasmo femenino, como tu bien sabes, querida lectora, es un hecho cultural. El orgasmo casi no se da en las hembras animales ni se daba en las perfectas casadas de Fray Luis, tapadas todas de frigidez salmantina.

O sea que el orgasmo ha llegado a la mujer por la práctica, por la insistencia, por la inteligencia y por la colaboración del macho, todo hay que decirlo. Luego Wilheim Reich también ha ayudado un poco.

Antes, nuestras tiítas creían que el orgasmo era malo y que salían ojeras y te daba el cólera morbo asiático. Bueno, ojeras sí que salen un poco, pero hace bonito.

Antes, nuestras tiiítas ni siquiera sabían que la cosa se llamaba orgasmo, y lo llamaban “eso”. Los más elocuentes, y las más elocuentes decían el transporte sublime, el divino deleite, las mieles del amor, y otros hipérbatones, porque lo habían leído en Joaquín Belda y Artemio Precioso, que eran los Henry Miler de entonces, pero en hortera. La verdad es que no aclaraban lo que era el orgasmo, ni ellos, ni ellas, y en el fondo seguían creyendo que tener eso era bastante pecado, incluso dentro del matrimonio, pues se lo había dicho un padre jesuita, y los padres jesuitas de orgasmo un rato.

Ahora, gentil lectora, está todo claro. El orgasmo representa una descarga nerviosa y eléctrica muy necesaria, muy relajante, además de la llamada gratificación libidinal, que dicen Marcuse y César Alonso de los Ríos. El orgasmo representa una aceleración del riego sanguíneo que activa las arterias y aclara la mente. Y luego, macha, lo bien que se pasa.

O sea que el orgasmo para la que lo trabaja y verás como te encuentras más alta, más guapa, con más colirio en los ojos, mejor cutis y menos olor de axilas. Lo cual que te vas a ahorrar una pasta en desodorantes.

Por encima el orgasmo es gratis.

 

No reeditado.


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