1989

Tres libros poco o nada leídos: una novela, una tediosa recopilación y un ensayo, en la novela vemos al Umbral de siempre y a la tía Algadefina que en cada libro nos gusta más.

Pedro J. Ramírez es despedido por la vía rápida de Diario 16 (llamada de Moncloa), meses después cuenta con Umbral para el recién nacido diario El Mundo, su crónica diaria será Los placeres y los días.

Arnao Ediciones S.L. Madrid, mayo 1989. Colección Verbigracia. Rústica tapa blanda con solapa. 199 páginas. 21 × 14 cm.

Recopilación.

 

Treinta y dos artículos de contenido sociológico y costumbrista que fueron publicados en “El País” los lunes desde el 19 de mayo al 29 diciembre de 1986, todos, a excepción de uno, se titulan «El español y…». El español y el diafragma. El español y el robot. El español y la Virgen. El español y el voto. El español y su madre. El español y el ligue. El español y la guerra civil. El español y España, aquí dice, «Don Quijote es un parvenu que quiere pasar de hidalgo manchego a caballero andante, transfigurarse de rústico en Amadís, mediante unas hazañas inventadas. Ha quedado como el modelo del altruista español, pero no es sino un arribista que pretende cambiar de clase, ascender. Y eso es lo que ironiza Cervantes. Debía haber muchos Quijanos por entonces. Don Quijote es el gran enfermo de la superstición de España. Pero España, como idea, sigue dando muchos supersticiosos».

El español y el futuro es el último artículo y lo concluye así, «El futuro sólo existe a condición de desaparecer: cuando llegue, será presente. Esto les crea un gran problema a los políticos, que, si lo son de verdad, han de legislar a largo plazo, en tanto que el pueblo les pide cosas inmediatas y nadie está dispuesto a sacrificarse por sus nietos… Entre el tabú del pasado y el tabú del futuro, los nacionales estamos ahora en/con el tabú del presente, que se explica mejor que nada por los anuncios consumistas de la tele. Es otro tabú, o mejor un tótem, tíos. Pero hay que disfrutarlo mientras dure».

No es un libro más de los a veces tediosos «libros de recopilación», con este llevamos diecisiete, es un buen libro que vuelto a leer sigue actual.

 

Prólogo

España es irracional desde su planteamiento como nación, pero no lo es ni más ni menos que otros países. Toda nacionalidad es un capricho y un crimen.

Por Shakespeare, mejor que por los historiadores, sabemos cómo fueron los grandes tiempos fundacionales de la Gran Bretaña moderna, y de otros países occidentales que el genio hizo pasar por su teatro. ¿Por qué, entonces, España y los españoles hemos quedado como modelo de irracionalidad y exotismo dentro de esta península de Asia que es Europa? Hay, ya se sabe, explicaciones étnicas, históricas, religiosas, etc., pero lo más rápido, fácil y eficaz es decir que, mientras otros países han luchado contra su irracionalismo originario, o lo han disimulado, España ha hecho de la casta un casticismo, ha cultivado, vendido y exagerado esa condición primera de “país aparte”. (todos los países son “aparte”).

El racionalismo y el irracionalismo nacionales han sido muy estudiados mediante eso que se llaman las grandes coordenadas de unos y otros, y que no sabemos lo que es. Uno prefiero hacerlo mediante las coordenadas pequeñas, que ni siquiera son coordenadas, mediante las Vírgenes, las madres, las hachas, Franco, los sables, las brujas, los crímenes ….

 

No reeditado.

 


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