Memorias de la Editorial Planeta S.A. Barcelona, octubre 1991. Colección Documento. Rústica, tapa blanda con solapa. 323 páginas. 21 × 13 cm.
Cita. Aquellas ropas chapadas, qué se hicieron. Jorge Manrique.
Crónica social.
Portada. Collage de fotos de guapos y guapas, insulso diseño que Planeta repetirá en otros libros, La década roja (82), Las palabras de la tribu (84), Los cuerpos gloriosos (89) y La derechona (92). Pereza y desidia de la editorial.
De nuevo columnas y negritas en libro. Umbral se repite, pero no le importa, el caso es publicar, ser noticia.
Comentarios de personajes y fotografías de ellos con el autor. Comienza en 1964 (Marisol) y termina en 1990 (Isabel Preysler). Están los de siempre, los del poder, los del dinero, la beutiful people, la gente guapa, pero también Enrique Líster, guerrillero republicano exiliado llegado de la URSS; aparecen los «influencers» de aquellos momentos así como literatos, toreros, políticos y folklóricas, un poco de todo.
«Memorias de la jet», se subtitula el libro; al desclasado Umbral le seducía el glamour y la distinción de «los marginales de lujo», le gratin gratiné, más que nada para vengarse de ellos y redimirse, lo consiguió, le admiraban, le respetaban (le temían) y le llamaban para cualquier sarao, para cualquier cena en el Palacio de Liria; otros, menos jet, para cualquier manifestación o pregón, que venía a ser lo mismo, Umbral era el perejil de todas las salsas, llegó a dirigir en julio de 1990 un curso de verano en El Escorial denominado “Sociología de la jet” que se llenó de aristocracia, prensa rosa y farándula, no sabemos si hubo sociología o mero divertimento.
El libro tiene cuatro partes, «Los ingenuos sesenta»; «Los gloriosos setenta»; «Los creadores ochenta» y «Los fastuosos noventa» (que empezaban ese año) para un total de 85 capítulos. El índice onomástico tiene 560 personajes, esto lo dice todo, totum revolutum.
Un libro excesivo y extenso que aburre, aunque algo traslada de una España y de una sociedad vulgar y previsible.
ESTO QUE AQUÍ ofrezco no es sino un álbum familiar, pero de las familias de los otros, de las grandes y pequeñas familias que hoy rigen España mediante el dinero, la influencia, el sexo o el miedo. Después de treinta y cinco años de profesión, ocurre que uno se ha retratado con todo el mundo, como una puta cara, desde el Rey a El Lute.
Este álbum secreto, prohibido, maldito, es lo que puede tener algún interés para ustedes, ya que una imagen sigue valiendo más que mil palabras, incluso en mis libros, y aunque lleve siempre la glosa intencionada (los cursis, hoy, dicen «puntual»), la anécdota cruenta y verídica, la calumnia que siempre deja algo (la verdad) y el chisme metafísico que ilumina como un flash el alma del personaje.
Son, ya digo, treinta y cinco años de literatura (aunque éste es un libro mayormente periodístico) y mucha vida social y mucho madrileñismo. A todos mis personajes les adoro y perdono, antes de que me perdonen o condenen ellos a mí, porque son entrañables, porque son humanos, porque son balzaquianos y, sobre todo, porque son reales.
Más reales en mi libro que en su vida.
No reeditado.
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