1972

Primeros libros de recopilación y un libro de Memorias que en Umbral marcará un género propio.

Editorial Planeta S.A. Barcelona, enero 1972. Rústica, cartoné tapa blanda. 219 páginas. 20 × 12 cm.

Dedicatoria. A Manuel Leguineche.

Cita. Madrid, Madrid, Madrid. Agustín Lara.

Recopilación.

 

Primer libro de recopilación de artículos, 66, publicados por Colpisa en 1970 y 1971. Los libros de recopilación fueron una constante, casi obsesión, en la historia editorial de Umbral, a los editores les urgía este tipo de libros, también a Umbral que comentó que la gran ventaja de los libros de recopilación era que el artículo se lo pagaban dos veces. Habrá un total de treinta de estas características, más de la cuarta parte de la obra del escritor, demasiados, son estos:

Amar en Madrid (1972)
Spleen de Madrid. (1972)
Diario de un snob. (1973)
Crónicas antiparlamentarias. (1974)
Museo nacional del mal gusto. (1974)
Diario de un español cansado. (1975)
Suspiros de España. (1975)
La guapa gente de derechas. (1975)
La España cañí. (1975)
Cabecitas locas, boquitas pintadas y corazones solitarios. (1975)
Las respetuosas. (1976)
Mis mujeres. (1976)
Crónicas post-franquistas. (1976)
Los políticos. (1976)
Iba yo a comprar el pan … (1976)
Las jais. (1977)
Diario de un snob 2. (1978)
Spleen de Madrid 2. (1982)
España como invento. (1984)
Mis queridos monstruos. (1985)
Memorias de un hijo del siglo. (1986)
Guía irracional de España. (1989)
La década roja. (1993)
Mis placeres y mis días. (1994)
Los cuerpos gloriosos. Memorias y semblanzas. (1996)
La Derechona. (1997)
Los placeres y los días. (2001)
Los alucinados: Personajes, escritores, monstruos. (2001)
La república bananera USA. (2002)
¿Y cómo eran las ligas de Madame Bovary? (2003)
Crónicas de las tabernas leonesas. (2004)

 

PRÓLOGO

Hablando de Madrid en general quiere uno hablar del hombre en particular. Hablando de un hombre o de una mujer que la propia actualidad elige, estamos hablando de una comunidad, de una manera de ser, vivir, estar y regirse. Dice Lawrence Durrelí, a propósito de Alejandría, que una ciudad es un mundo si amamos a uno de sus habitantes. ¿Y si amamos a todos sus habitantes uno por uno? Así, con amor crítico y dolorido es como quiero yo cada día escribir de Madrid, o sea, del hombre. Escribir de mí, o sea de todos. Escribir de todos, o sea de ti.

No reeditado.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ir al contenido