1974

A finales de 1973 la enfermedad de su hijo Pincho se complica, María España y Francisco Umbral se dedican por completo al niño que muere en julio de 1974 con algo menos de seis años, un hecho que transciende en la producción litera- ria del autor que en este año publica dos libros de recopilación y otro de mero entretenimiento, Las españolas.

Plaza & Janés A. Editores. Esplugas de Llobregat, Barcelona, febrero 1974. Colección Testigos de España nº1. Rústica tapa blanda. 188 páginas. 18 × 12 cm.

Dedicatoria. A Paco Pillado, Santi Rey y Luis Ruiz, amigos.

Cita. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada. Max Estrella.

Recopilación.

 

Selección de 53 artículos de temática variada publicados en «La Voz de Galicia» por Colpisa. Pésima edición, de mal gusto.

 

Introducción

Museo Nacional del mal gusto, no porque los otros museos, los oficiales, sean siempre de buen gusto, sino porque hace falta inventariar la vida española — Mueso Nacional— y sacar a la luz todo lo que hay en ella de cursi, viejo, camp, kitsch e hipócrita, no sólo en las costumbres, que eso ya se ha venido haciendo “dentro de lo posible”, sino también, y ante todo en las cosas.

Las cosas, los objetos, los usos, las maneras, porque dice Marcuse que el hombre se reconoce en sus objetos, y si el hombre de hoy se reconoce puerilmente en la nevera y el automóvil, el español de siempre se reconoce o es reconocible en las lámparas amaneradas, los recuerdos de la guerra de Cuba, los marfiles filipinos y los buenos modales que, según las enciclopedias infantiles, abrían puertas principales.

Por otra parte, el poeta no debe dar nunca una idea, sino una cosa, según Francis Ponge, y en lugar de dar ideas de la incuria intelectual, estética e ideología del país, preferimos dar unas cuantas cosas, un puñado de cosas, un museo promediado de lo mal que anda todo.

El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada, según el valleinclanesco, iluminado y bohemio Max estrella. Así pues, hemos deformado un poco la estética de los muebles, las verbenas, los cubiertos y las modas de España, sin llegar al esperpento, pero sin quedarnos tampoco en las sonatas, como otros enamorados de las cosas, Azorín, por ejemplo.

 

Última reedición. Plaza & Janés S.A. Editores 1985.

 

 


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